Abro la pantalla y escribo. Hace tiempo que no me pongo con la newsletter. No he tenido ideas y me ha dado miedo no tener nada que decir.
Pienso que si no tengo nada que decir puedo en cambio escribir mucho sobre nada, hacer un thought dumping de esos y descubrir qué pienso (lo que pienso es lo mismo que voy repitiendo en estas cartas una y otra vez, pero probaré a ver si hay suerte y encuentro algo innovador).
Pienso que hoy hace un día estupendo, que es Sant Jordi y es el único día del año en el que me alegro de que cueste andar por el centro. Que normalmente odio a los guiris, pero hoy paso de estresarme por el americano promedio que no mira donde anda y que está ya rosa en abril. Pienso en que he paseado en las mismas calles que el año pasado pero que ha sido un Sant Jordi muy distinto al anterior. Pienso que el último año ha sido tan bonito como revelador. Pienso que hace tanto sol que casi me siento mal por haber vuelto un rato a casa, que hace un sol de esos que te obligan a estar en la calle y yo estoy aquí merendando en vez de estar afuera aprovechándolo. Pienso en que en nada cerraré los ojos y ya estaré en la cama, que es un día tan bonito que tengo disfrutarlo, que me cuesta saber qué hacer con las horas que me quedan, que hay tantos posibles planes y me tengo que decidir. Pienso que tendría que cortar ese pensamiento o me dará el bajón.
Pienso en que tengo que ir a ver a mi abuela, que son casi las seis de la tarde y yo ya sé que se piensa que me he olvidado de traerle una rosa como hace todos los años (y como siempre se la he comprado ya) pero todavía prefiero quedarme a escribir. Pienso en que he dicho que no me he puesto con la newsletter pero en realidad tengo textos ya escritos que no sé si publicar. Pienso que son un poco dramáticos y rozan el oversharing aunque no digo nada ahí que no sea verdad. Pienso que solo me da igual ser vulnerable si hablo del pasado, de lo que sentía, si reflexiono sobre lo que fue y no de lo que es. Que mis borradores están ahí porque hablan de mi yo de hoy, así que se quedarán en borradores hasta que lo que sienta en ellos quede lo suficiente lejos. Yo qué sé lol.
Pienso que en lo que llevamos de año no había acabado un libro y ya he empezado y acabado dos hoy (son novelas gráficas pero me la pela, los cuento como libros cuando los puntúo en mi aplicación). Pienso en lo que me gusta leer y lo mucho que estoy con el móvil. Pienso que por algún sitio siento algo extraño y reciclado. Pienso que lo que se me remueve mientras escribo esto no es nada nuevo, que quiero escribir que no lo identifico pero por supuesto lo reconozco. Pienso que debería escribir menos y salir a la calle, pienso, pienso, pienso. Pienso que cuando no pienso tanto soy más feliz.
Pienso que odio a la gente hierbas que habla del poder de la mente pero que tienen razón, que un cambio de perspectiva hace maravillas y solo con pensar y manifestar en positivo me siento mejor. Pienso lo que estoy diciendo suena feo, que ni siquiera tengo un mal día ni estoy chof, pero que si acabo publicando esto la gente creerá que lo estoy (en mi mente no hay nada peor que la gente interprete lo que siento cuando eso solo lo sé yo).
Pienso que soy verdaderamente feliz, pienso que me apetece un gofre, pienso que me gusta ser un dramático cuando escribo pero que con eso aprecio el resto de cosas en mi vida mucho mejor. Pienso que soy privilegiado por tener tantas horas en un día y hacerme el pedante sobre lo difícil que es decidir lo que quiero hacer hoy, pienso que tengo que acordarme de hacer la compra antes de las nueve, que al Mercadona le da igual que esté reflexionando y no tengo yogures. Pienso que llevo un rato haciendo rimas sin darme cuenta, pienso que se me acaba la batería mientras tecleo esto y no quiero ir a buscar el cargador.
Pienso que como siempre adoro a mis amigas y no sé qué haría sin ellas. Pienso que ellas piensan lo mismo de mí y eso me hace estar sonriéndole como un tonto a este sol. Pienso que nada es tan serio ni tengo que escribir una carta en la que haya un mensaje completamente nuevo y conmovedor. Que si nadie se la lee me la pela. Que voy a acabarla y no editarla como el resto. Que voy a ver a mi abuela y darle un beso. Que me gusta estar vivo. Que he mentido y ya llevo un rato editándola. Que ya me callo. Que adiós.
q bien me hace q seas así de transparente
¡Cuánta frescura y honestidad! Espero que a tu abuela le gustara la rosa. Yo también escribí el Dia de Sant Jordi, pero me temo que enseguida adopté mi tono exaltado y dramático de siempre. En cambio, lo tuyo es reflexivo, vital y con un puntito metaliterario. Me ha gustado mucho. ¡Un abrazo!